El castellano es una lengua muy poco rígida, que nos ofrece casi siempre varias opciones correctas. Podemos colocar primero el sujeto y luego el verbo, o al revés. Podemos comenzar con una circunstancia de tiempo o lugar, o situarla al final de la frase. Es una cuestión de estilo. Pero debemos ser conscientes de que no todas las opciones resultan igualmente claras.
El texto siguiente, tomado del boletín oficial de La Rioja, es un ejemplo extremo de un rasgo característico del lenguaje administrativo. Me refiero a uso abundante de sustantivos abstractos en lugar de los verbos respectivos.
Esta resolución tiene por objeto el establecimiento del procedimiento de selección para la elaboración de la lista de espera para la provisión temporal de plazas del Cuerpo Auxiliar de Administración General con experiencia en información y asistencia al contribuyente durante las Campañas de Renta, mediante la confección y presentación de declaraciones y borradores del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas establecida por la normativa del Estado para CCAA de régimen común, a través del Programa PADRE.
Tan correcto gramaticalmente es para la elaboración de la lista como para elaborar la lista. Ahora bien, una acumulación de sustantivos abstractos tan sorprendente como la que encontramos en este texto lo convierte en más difícil, en menos legible. En el texto solo hay dos verbos, uno de ellos participio: tiene y establecida. Por el contrario, aparecen nueve nombres abstractos.
Por otra parte, estamos ante una oración-párrafo de setenta y ocho palabras, en la que figuran, además, varias rimas internas poco deseables (establecimiento – procedimiento y selección – elaboración – provisión). Todo ello lleva al lector a percibir el texto como poco legible, muy alejado del estilo llano deseable en los textos procedentes de la Administración.
Es un texto ejemplar el que traes a colación, Pedro. Ejemplarmente horroroso. Mucho ánimo y constancia con el blog, que tiene un gran interés.
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Mi opinión es que cuantos más verbos mejor porque los verbos son el motor que empuja las oraciones. Una oración larga con un solo verbo es como un tren de poca potencia arrastrando un montón de vagones. Es mueve horrorosamente despacio.
La idea la expresé en mi blog: http://www.comoescribirconclaridad.com/wp-glass/?p=1136
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Buenos días.
Llegue a su página por casualidad; es muy buena. He marcado las dos casillas que se encuentran más abajo; soy Licenciada en Español y Literatura y por supuesto el tema me apasiona.
Mil gracias por su aporte al buen uso de nuestro bello idioma español.
Ojalá hubiera más personas preocupadas por el buen decir y buen escribir, porque de lo contrario, como lo dijo Álex Grijelmo » Si el español se hunde, los pueblos que lo hablamos perderemos identidad.»
Cordial saludo desde Colombia.
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Muchas gracias por su valoración. Espero retomar el blog, que tengo algo abandonado.
Puede seguirme en Twitter en mi cuenta «briasero».
Un saludo muy cordial,
Pedro Jimeno
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