A comienzos de los ochenta, la palabra tema comenzó a usarse de una forma que a mí me llamaba la atención. Frases como Tenemos que hablar del tema de la organización del congreso empezaban a ser frecuentes en ambientes políticos y sindicales.
En aquellos años, muchas personas poco o nada habituadas a hablar en público tenían que expresarse en situaciones formales como debates o entrevistas. Yo tenía la sensación de que el uso recurrente de palabras como tema les daba cierta seguridad, les hacía sentirse en posesión del registro adecuado.
Como pasa tantas veces, el mal uso acabó generalizándose. Así, a pesar de las recomendaciones de todos los manuales de estilo, periodistas, políticos profesionales y personas de toda condición producen hoy frases como estas:
1. Le recomendamos que compre ese coche por el tema del consumo
2. Están muy preocupados por el tema de la charla de mañana
3. Le gusta mucho el tema del boxeo
4. El despacho no está mal, pero me preocupa el tema de la falta de luz
5. Tiene un tema serio con unos recibos pendientes de pago
6. El tema es que la compañía no dispone de dinero
7. La elección del modelo es un tema de gusto personal
Todas ellas son mejorables. El castellano dispone de soluciones sencillas para evitar este uso desacertado. En unos casos es recomendable prescindir de la palabra tema, sin más: su presencia no aporta más que confusión. Es lo que ocurre con las frases 1, 2, 3 y 4.
En otros, contamos con palabras como asunto, problema (frases 5 y 6), cuestión (frase 7), dificultad, inconveniente, conflicto…
La RAE, para terminar, no es de gran ayuda en este caso, porque la primera acepción de la palabra tema es, en mi opinión, confusa:
«Proposición o texto que se toma por asunto o materia de un discurso».
La consulta a Fundéu, fundación asesorada por la Real Academia Española, es algo más clarificadora :
«Tema es el ‘asunto’ o ‘materia’ de la cual trata algo, pero no ese algo en sí mismo».
Por lo tanto, conviene reservar la palabra tema para para frases como El tema de la película me ha parecido muy novedoso, y evitar frases como Mañana iremos al cine. ¿Qué te parece el tema?
Creo que «tema» casi siempre es paja:
1. Le recomendamos que compre ese coche por el tema del consumo
Le recomendamos que compre ese coche por su consumo
2. Están muy preocupados por el tema de la charla de mañana
Están muy preocupados por la charla de mañana
3. Le gusta mucho el tema del boxeo
Le gusta mucho el boxeo
4. El despacho no está mal, pero me preocupa el tema de la falta de luz
El despacho no está mal, pero me preocupa la falta de luz
5. Tiene un tema serio con unos recibos pendientes de pago
Aquí es aceptable
6. El tema es que la compañía no dispone de dinero
La compañía no dispone de dinero
7. La elección del modelo es un tema de gusto personal
La elección del modelo es personal.
Por cierto, magnífico blog.
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Muchas gracias por el comentario.
No estoy de acuerdo con tu opinión sobre la frase 5ª. Creo que es mejor, más claro, «problema» que «tema».
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Tienes razón. Quería decir que la quinta frase es la única donde «tema» no es paja, aunque naturalmente mejora usando «problema».
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[…] Hay algunas expresiones que triunfan entre los usuarios de la lengua formal. No se sabe muy bien por qué, encontramos un uso abundante de poner en valor, de eso sí, de la palabra tema… […]
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